**BUEN TESTIGO**


<<EXPLORANDO>>
   -Una misionera daba una “instrucción bíblica” en un salón Hindú, cuando una de las demás asistentes se levantó rápido y salió.
Pasado un instante volvió, se sentó y siguió escuchando, ahora con la máxima atención, las palabras de la extranjera.
   -Al finalizar la conferencia, ésta se atrevió a preguntarle:
- ¿Qué os ha hecho salir del salón con tanta rapidez, señora?
- ¿Os molestó algo que yo estuviese enseñando?
La dama hindú, seria, con vos solemne, contestó:
- Nos decías cosas tan hermosas, tan deseables de que fuesen ciertas, que yo salí para preguntar a vuestro servidor, el “Chofer”, cómo vivíais en el seno de vuestro hogar.
Él, por su respuesta, me convenció que vivíais lo que enseñáis, y por esto volví para escucharos más atentamente.
   -Ahora os pregunto: ¿Queréis ayudarme para que pueda yo también hallar a Jesucristo para que yo también posea la fuente de esa vida pura que nos predicáis con la palabra y el ejemplo?

<<REFLEXIONANDO>>
   -.¡Cuán importante es que nuestra conducta guarde relación con lo que decimos!
El problema de muchos cristianos hoy en día es que dicen una cosa pero sus hechos dicen otra.
   -. Nuestro Señor Jesucristo dijo hablando acerca de los falsos profetas: “Por sus frutos los conoceréis…”
Lo mismo pasa con el cristiano nacido de nuevo, se conoce no solamente por lo que predica, sino, por sus frutos, su forma de comportarse en todos lados y no solamente dentro de la iglesia.
   -. La gente amados hermanos no solo se fija en lo que decimos sino que compara lo que decimos con lo que realmente somos.
Existe un dicho secular que dice: “Lo que realmente eres, no me deja oír lo que tú dices”
   -. Por eso a esta mujer lo pareció demasiado bueno lo que estaba enseñando la misionera a tal grado que quiso asegurarse por sí misma que tan cierto era lo que enseñaba.  
Al darse cuenta que sus frutos, es decir, su conducta estaba de acuerdo con lo que predicaba; entonces puso más atención a lo que enseñaba para conocer la fuente de dónde provenía.
   -. Cristiano es una persona que ha tenido un encuentro “personal” con Cristo, que ha nacido de nuevo y es una nueva criatura; las cosas viejas ya su fueron y todas son hechas nuevas. 2 Cor. 5:17
¿Cuáles son los frutos que estamos mostrando al mundo al decir que somos hijos de Dios?
   -. Debemos de tener mucho cuidado al momento de predicar, si no estamos seguros que practicamos lo que predicamos, mejor no lo hagamos.

Este fue un espacio más de: EXPLORANDO Y REFLEXIONANDO con el hermano Humberto Maravilla.
Te invitamos para que te unas a nuestra próxima expedición a través de la Palabra de Dios para que juntos exploremos y descubramos nuevas enseñanzas para nuestro crecimiento espiritual.

¡Hasta la próxima y que Dios te bendiga!

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