**LOS DOS MONJES**



- EXPLORANDO:   

   -. Hace más de un siglo, en un monasterio, dos monjes decidieron plantar brotes de olivo, para poder tener aceite para consumir y vender a los pueblos cercanos.

- Los dos religiosos eran personas muy consagradas a Dios.
Tenían mucha fe y vivían pendientes de Su voluntad, pero había una gran diferencia entre los dos: uno tenía mucha paciencia y cuando pedía algo al Señor sabía esperar el tiempo necesario, en cambio el otro era muy ansioso y cuando necesitaba alguna cosa oraba a Dios, pero quería la respuesta en el momento.
- Sin darse cuenta, en su anhelo de tener el aceite de oliva le pedía a Dios a cada momento: 

Señor, los olivos necesitan agua… Envía una lluvia suave para que las raíces se afirmen en la tierra… Señor, los olivos necesitan sol, pero que no sea muy fuerte porque pueden quemarse…
   -. Señor, envía una helada para que se afirmen… Sin embargo, a pesar de la impaciencia y los ruegos del monje, una mañana, cuando éste fue a verlos, los pequeños y frágiles arbolitos yacían en el suelo marchito sin posibilidad de recuperarse.
- El monje fue corriendo en busca de su hermano para saber si a él le había ocurrido lo mismo y le contó su experiencia:

–¿Cómo puede ser que haya sucedido esto, si en todo tiempo me he encomendado a Dios, pidiéndole que cuide mis olivos y además, le decía todo lo que necesitaban para que crecieran fuertes y sanos?
El otro religioso le dijo:
–Mis brotes de olivo están creciendo bien. La única diferencia que veo entre tu experiencia y la mía, es que yo no le dije a Dios lo que debía hacer para que los olivos crecieran; solo se los encomendé.
- Simplemente le dije: Señor:
Tú eres el creador de estos olivos y sabes perfectamente todo lo que necesitan.

- REFLEXIONANDO:
   -. Muchas veces pensamos que sabemos perfectamente lo que necesitamos y no somos conscientes de aquello que verdaderamente es una urgente necesidad en nuestra vida.
- Creemos que si las cosas son exactamente de la manera que nosotros pensamos, todo irá bien y nos entra el pánico cuando no es así.
Pero lo cierto, es que por pensar de esta manera, sufrimos muchos fracasos, desilusiones y frustraciones.
   - «Sería mucho más fácil que confiáramos tranquilamente en quien realmente conoce nuestras necesidades, carencias y problemas, y le permitiéramos que obrara en nuestra vida a Su manera y de acuerdo con Su mandato»

Este fue un espacio más de: EXPLORANDO Y REFLEXIONANDO con el hermano Humberto Maravilla.
   -. Te invitamos para que te unas a nuestra próxima expedición a través de la Palabra de Dios, para que juntos exploremos y descubramos nuevas enseñanzas para nuestro crecimiento espiritual”.

¡Hasta la próxima y que Dios te bendiga!

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