**NO ES MÁS QUE UN CABALLO**



«EXPLORANDO»
----- Cuentan de un joven noble pero muy orgulloso que un día pidió entrar de monje en un monasterio, para ello habló con el Abad y este quiso conocer sus aptitudes, hábitos e inclinaciones en su vida religiosa. El candidato alzó la frente con presunción y dijo:

- Voy vestido siempre de blanco, no bebo otra cosa que agua, hago penitencia revolcándome en la nieve en invierno y si le parece muy poco todo ello, pongo clavos en mis zapatos y ordeno a mi escudero que me azote cada día…y….

----- Un caballo interrumpió en aquel momento y se puso a beber en un abrevadero y se revolcó luego en la nieve:
- ¿Ves eso? – Le preguntó el Abad - Esa criatura es también blanca, no bebe más que agua, se revuelca en la nieve, los clavos le atormentan las patas y recibe también látigos. Y no es más que un caballo…

- El joven avergonzado, inclinó su rostro y pidió perdón por la arrogancia que había mostrado.

«REFLEXIONANDO»
----- ¿Cuántas veces nosotros maquillamos nuestra falta de humildad tras nuestros logros terrenales?
Jesús dijo: “El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido” (Mateo 23.12), no fue una simple retórica. Si el Padre y el Hijo han manifestado humildad divina, aquellos que deseamos su aprobación debemos mostrar la humildad cristiana. La arrogancia y el orgullo son características de los que carecen de la sabiduría de Dios.

- Él dijo en Mateo 11:29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.

----- Luego de explorar y reflexionar sobre esta ilustración llegamos a la siguiente conclusión:

- Debemos ser menos arrogantes y demostrar más humildad. Alguien dijo en cierta oportunidad que mientras más alto estamos, más grande es el "sopapo" (golpe) que nos damos cuando caemos. Aplicando bien esta enseñanza a nuestras vidas, evitaremos recibir la humillación que es el resultado del orgullo y la soberbia ante un Dios Justo y Santo. Recordemos la advertencia de Salomón: "Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu" (Proverbios 16:18).

Este fue un espacio más de: EXPLORANDO Y REFLEXIONANDO con el hermano Humberto Maravilla.
Te invitamos para que te unas a nuestra próxima expedición a través de la Palabra de Dios para que juntos exploremos y descubramos nuevas enseñanzas para nuestro crecimiento espiritual.

¡Hasta la próxima y que Dios te bendiga!

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