**PODER POR MEDIO DEL ESPÍRITU SANTO**
-. EXPLORANDO:
-.Un obrero
de la General Motors había tratado de cortar cierto nuevo metal muy duro.
Después de repetidos esfuerzos inútiles llevó el metal al administrador general
de la corporación, quien era un reconocido ingeniero de automóviles e inventor,
y le dijo que no podía cortarlo.
Él le preguntó:
-¿Ha usado el diamante para cortar metales?
El trabajador dijo que no; y luego fue a tratar de hacerlo y pudo cortarlo con el diamante.
Entonces el administrador le dijo:
- El metal no es demasiado duro, sino que nuestras herramientas no son suficientemente fuertes.
Él le preguntó:
-¿Ha usado el diamante para cortar metales?
El trabajador dijo que no; y luego fue a tratar de hacerlo y pudo cortarlo con el diamante.
Entonces el administrador le dijo:
- El metal no es demasiado duro, sino que nuestras herramientas no son suficientemente fuertes.
-. REFLEXIONANDO:
-. Cristo sabía que las herramientas de los primeros discípulos no eran lo suficientemente fuertes para hacer el trabajo difícil que él les había asignado. El reconocía que la fortaleza humana no tenía la suficiente potencia para esparcir el evangelio en un mundo hostil.
-. Cristo sabía que las herramientas de los primeros discípulos no eran lo suficientemente fuertes para hacer el trabajo difícil que él les había asignado. El reconocía que la fortaleza humana no tenía la suficiente potencia para esparcir el evangelio en un mundo hostil.
Por eso Cristo había insistido en que sus discípulos
esperasen hasta que hubiera venido el Espíritu Santo en el día de Pentecostés,
antes de dedicarse a la tarea de obedecer la gran comisión.
Fueron preparados para su inmensa tarea por el poder
del Espíritu Santo que vino a morar en sus vidas aquel día.
En semejante forma nuestras herramientas humanas son débiles para llevar a cabo el trabajo de Cristo y para vivir como él desea que vivamos.
En semejante forma nuestras herramientas humanas son débiles para llevar a cabo el trabajo de Cristo y para vivir como él desea que vivamos.
Después de explorar bien esta ilustración,
reflexionemos y llegaremos a la conclusión de que cada uno de nosotros debe
tener su propio Pentecostés, y eso ocurrirá, solamente cuando dejemos que el
Espíritu Santo nos llene, lo cual puede hacerse ahora mismo.
Este fue un espacio más de: EXPLORANDO Y REFLEXIONANDO
con el hermano Humberto Maravilla.
-. Te invitamos
para que te unas a nuestra próxima expedición a través de la Palabra de Dios
para que juntos exploremos y descubramos nuevas enseñanzas para nuestro
crecimiento espiritual.

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